sábado, 3 de octubre de 2009

EL FUMADOR DE MEMORIAS

Lázaro Silva (Carora, 1965) nos ofrece en su primer libro
El fumador de memorias un conjunto de relatos cortos, “microficciones”, como el mismo autor las define. Son pequeñísimas narraciones que poseen un tono lleno de humor. Ficciones muy bien construidas, con un hilo narrativo coherente donde trata distintos temas, que van desde el amor, pasando por las sorpresas, la cotidianidad, la religión… entre otros. Lo breve de estos textos nos permite apreciar el valor literario presente en la capacidad de resumen y síntesis del autor, sin descuidar el ingenio narrativo en los argumentos de estas pequeñas historias. La ironía es la esencia motora de estas distintas situaciones que conforman los episodios sueltos en este libro.
(disponible en las Librerías del Sur, Editorial el Perro y la Rana)

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Lindo libro. Tiene el encanto de la discreción que caracteriza a su talentoso autor, realmente me gustó. Felicitaciones y un beso.

Roxana

Unknown dijo...

Genet en el prólogo de Las Críadas advierte la palabra "furtivo" para que sea interpretada su pieza. En el texto de Lázaro Silva encontramos todo lo opuesto a lo que podría ser furtivo. Es decir, no hay nada escondido, no hay subtexto, trama, ni argumento. Etiquetar de microficciones estas ininteligibles líneas me deja un estupor creciente, ¿cómo llamarle libro, literatura, relato a esta serie de excusas ingenuas, burdas y vacías?
No podría elegir el peor "cuento" del "libro". Citando al propio autor le aconsejo releer el título de la página 62, Página en blanco. Eso fue lo que debió haber hecho.

LÁZARO SILVA G. dijo...

Jajajaja-. Gracias a ambas por sus apreciaciones. Me alegra que lo que uno escribe despierte emociones, con eso queda justificado el esfuerzo de uno.

Lázaro Silva dijo...

Interesante amiga "No hay". No debería detenerme en articulitos, pero ya que me das pie voy: primero gracias una vez más por compararme a Genet; luego, no es mi intención la misma de ese autor (todos tenemos inteciones diferentes cuando escribimos), quizá te podría dar la razón en que lo mío no es esconder (ni esconderme detrás de un seudónimo) sino como bien dices "todo lo opuesto", vale decir, mostrar. Mostrar lo que cada lector esconde dentro de sí y lo proyecta luego en opiniones, mezquinas o generosas, según se lo indique su (in)genio. Saludos

Unknown dijo...

Estimado, Lázaro Luciano.

En el comentario anterior utilicé la cita del maestro Genet, que "dicho sea de paso" (p. 29 y n veces más, Lázaro Silva) quizá usted no sepa a cuál Genet me refiero, pero eso no importa. Lo importante es lo que le sigue a esto.

Permítame detenerme en dos cosas muy puntuales.

En primer lugar, al parecer usted no sólo se fumó algo al intentar escribir y publicar entre perros y ratas sino que me demuestra con vital soberbia que no sabe leer. Yo jamás lo comparé con Genet. NO. ¿Cómo se le ocurre?
Relea no sólo su libro, sino mi comentario anterior, y quizá algún día comprenda que el ejemplo que utilicé con Genet era el pretexto LITERARIO para hacer una crítica pública, y no de pasillo, hacia sus micros... pero muy micros relatos. Lo que quise decirle es que usted no guarda ninguna incógnita, anécdota o una apuesta para un lector que espera que el texto narrativo, sea cual sea, se rompa para regresar. Usted, debo reconocerlo, rompe pero jamás retoma, o más bien... sí, le rompe la paciencia a cualquiera. Por citar y argumentar le daré un ejemplo:

"Crítico de cine"
Se metió en la pantalla y se abalanzó contra los malos actores, p. 18.

Tal microficción revela que usted no va más allá de un sujeto, un verbo y un predicado altisonantes por lo precario y terriblemente ingenuo de su intención, si es que la tiene, dicho sea de paso. Sabrá usted que relatos cortos hay muchos. Pero al parecer, usted ni a Monterroso lo digirió bien, si es que terminó alguno de sus cuentos, dicho se de paso. Hagámos una cosa, copiaré su estructura, no para burlarme, sino para que entienda hasta qué punto nos desorbita a los pocos que leemos con entusiasmo voces nuevas:

"Crítico de literatura"
El lector se abalanzó contra el mal libro. Y lo escupió.

¿Qué pretende, hacerme reír? Lo ha logrado, dicho sea de paso, licenciado, psicólogo y cuasifilósofo (ya empiezo a entender que jamás se topó con Gadamer y el concepto de lo bello, o que en algún momento no comprendió que la estética al igual que la belleza responde a la proporción y no al caos).

Lo segundo, entienda, que la literatura, como cualquier arte, una vez expuesta necesita ser criticada, entendiendo tal crítica como un balance del lenguaje, estructura, apuesta y riesgos que corre, en este caso, la voz del Fumador de memorias. Y sí, hay una emoción muy grande en mí, me he propuesto utilizar su libro como un manual de lo que jamás se debe hacer cuando se incursiona en la lectura o la escritura. Sea usted más humilde y como aquí no estamos bajo ninguna máscara sino bajo el nombre de nuestra cuenta, le dejo mi nombre Andrea Sequera, profesora de Literatura, especialista en el relato breve por la Universidad de Oxford, actualmente investigadora del relato breve en Venezuela, cuando quiera escríbanos.

Hasta pronto.

Anónimo dijo...

La envidia es libre. A "no hay" le dieron una cuota grande. Solamente algo que le mueve el piso a alguien lo pone a escribir de esa manera tan venenosa. Adelante Lázaro, que hay los que se atreven a dar un paso adelante, disfrutando lo que hacen (es decir, viviendo a plenitud) sin esperar ser perfectos, y aceptando que pueden tener aciertos y errores y los que no se atreven "no hay", y no les queda otra que ser "críticos" y anónimos, qué triste.

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